¿Cuántas veces te lo tengo que decir?

Cuando nos planteamos el objetivo de que nuestros hijos/as tengan límites y obedezcan, es muy importante tener claro que obedecer significa “cumplir la voluntad de aquel que ordena”. No obstante, obedecer no es aplicar métodos basados en el miedo o la fuerza; la obediencia ha de significar respeto mutuo.

Habrá que tener presente que, salvo que se dicte otra cosa, la orden se da para que se cumpla en ese momento, es decir, a la primera.

¿Cómo se crea el problema?     

El problema se crea en el momento en que los padres dan una orden y el hijo/a no la obedece y esto se convierte en un bucle que se repite una y otra vez.

¿Cómo se resuelve?

Para resolver el conflicto, hemos de dejar atrás un modelos autoritarios o dictatoriales así como modelos muy permisivos y amistosos o hiperprotectores. A continuación, os dejamos algunas pautas que podéis llevar a cabo:

  1. Ofrecer instrucciones breves y sencillas. Podemos empezar con tareas sencillas como poner y quitar la mesa, lavarse los dientes para ir a dormir… Cuando esto se haya asentado, ir subiendo poco a poco el nivel de exigencia hasta alcanzar nuestro objetivo.
  2. Dar las instrucciones de una en una y siempre en tono normal y a su nivel; nunca gritando desde otro lado.
  3. Formular la orden en positivo. Es aconsejable utilizar frases del tipo: “Deja las zapatillas siempre en tu armario”; en lugar de “No dejes las zapatillas tiradas en el salón cuando llegues”. Ya que esta última puede dar lugar a confusión y que deje las zapatillas tiradas en el baño, con lo que no habría sido eficaz.
  4. Evitar el castigo continuo. Es mucho más adecuado dar valor positivo a las buenas conductas e ignorar las no deseadas que reñir continuamente.
  5. Respeto. La actitud del respeto es fundamental en el vínculo padres-hijos.

 

Habrá que tener muy presente que establecer una norma o dar una orden no significa pedir un favor; Si os sentís impotentes por la falta de obediencia, no acabad gritando que POR FAVOR hagan aquello que les estamos pidiendo. Y por último, PACIENCIA, PACIENCIA Y PACIENCIA!